Ay Andrea vos si que sos ligera
ay Andrea que puta que sos
ay Andrea te gusta la fija
ay Andrea que puta que sos…
Pero que disfrute más grande el apreciar canciones como esta, sin duda una de las obras mas acabadas, complejas y excelsas de todos los tiempos. Sin embargo, descriteriados, fascistas y clasistas como el señor Federico García Vigil, digno de recibir cuatrocientos azotes en una plaza pública por una turba de planchas amantes de la cumbia villera, expresa públicamente que “La cursilería y el mal gusto han alcanzado un nivel importante dentro de la creación musical del hombre (…) Y, lamentablemente, el público más ignorante consume esa basura (La cumbia villera), al igual que la pasta base”. ¿Pero, no sabe este “energúmeno” de la batuta que una expresión así no se puede realizar en el Uruguay? ¿Acaso no sabe que los esfuerzos del gobierno ultra- progresista- buena onda- políticamente correcto están orientados a desmontar todo aquello que signifique el cultivo de una buena cultura general? Pobre tipo, la verdad, me genera lástima. Pero por fortuna existe en el Uruguay personas con criterio sólido y bien formado que acertadamente salen a la defensa de esta verdaderamente música docta, como la ilustre ministra de analfabetismo e incultura ultra-mega-progre María Simón.
La ministra afirmaba hace un tiempo que “Quienes atentan contra las mujeres, atentan contra la humanidad” (una frase cuyo esfuerzo intelectual es de admirarse). Ahora sale en defensa de la cumbia villera y los adherentes que la sustentan. La ministra declaró en un alarde de progresismo que “no se pueden hacer afirmaciones clasistas: ‘Que los que escuchan cumbia Villera también consumen pasta base’. Hay de todo. Hay cosas que a mí no me gustan… tampoco me gustan algunas versiones de la música clásica que se deforma como el gusto popular”. Lo que la ministra quiso decir con estas rudimentarias frasecitas y auto referencias quizás nunca lo lleguemos a saber del todo, pero lo que el maestro García Vigil expresó no es que los que escuchan cumbia villera consuman necesariamente pasta base, no, lo que se infiere con un mínimo de esfuerzo mental es que la cumbia villera sería un porquería como la pasta base.
Bien, pero más allá de la indiscutible (digo indiscutible porque en el Uruguay progre no se discute) virtud de la cumbia villera y del movimiento contracultural que la ampara hay cosas que no me quedan claro aún: La ministra afirma que “quienes atentan contra las mujeres, atentan contra la humanidad”, entonces, siguiendo la lógica de defensa de esta cosa que es la cumbia villera, estas estrofas no agreden a las mujeres:
Ay cómo se mueve María Rosa,
Con su baile te provoca.
Está esperando que le pagues una copa.
Ella es una chica así de fácil
Es de bombachita [panty] floja.
Si al hotel no la llevás
No sabes cómo se enoja.
Bombacha floja es María Rosa
Bombacha floja, cómo se goza
Ella te entrega y no le importa.
Así de fácil es María Rosa.
(“María Rosa”, Yerba Brava)
¿Y esta otra?
Tú bailas en minifalda, que risa que me da/Por que se te ve la tanga y no puedes esperar,/Que te lleven de la mano y te inviten a un hotel./No lo haces por dinero, solo lo haces por placer./Laura, siempre cuando bailas a ti se te ve la tanga,/y de lo rápida que sos, vos te sacas tu tanga./Vos te sacas la bombachita, y le das para abajo, para abajo y pa’bajo./Y le das para atrás, pa’adelante y pa’tras;/Pa’delante y pa’tras; para adelante y para atrás.
Bien, me cansé de ironías. Esta canciones típicas de la cumbia villera definitivamente agreden a las mujeres, no solo eso, hacen apología del alcoholismo, el consumo de drogas, y una infinita variedad de antivalores. Y esto es lo que la ministra Simón defiende, esto es lo que auspicia y promueve en los talleres que realiza el MEC de cumbia villera. El Maestro García Vigil tiene razón, y está lejos de ser clasista, porque géneros populares dotados de belleza, poesía, buen gusto y valores sobran, y géneros de cumbia y música tropical verdaderamente maravillosos también, pero esto la ministra no lo sabe, y no lo sabe porque es una necia ignorante. Maestro García Vigil: lamento comunicarle que en el Uruguay la palabra no está democratizada, es propiedad del progresismo.
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